Armonización facial integral

Equilibrio, proporción y naturalidad.

La armonización facial es un tratamiento médico-estético global que combina técnicas avanzadas —como rellenos, neuromoduladores e inductores de colágeno— para realzar la belleza natural del rostro de forma equilibrada y personalizada.

Cada rostro cuenta una historia distinta, por eso nuestro enfoque se basa en analizar su estructura, proporciones y rasgos únicos antes de definir la estrategia ideal para ti.

El objetivo no es transformar, sino recuperar el equilibrio perdido, mejorar la simetría y devolver a la piel su firmeza y vitalidad.

El resultado: un rostro más armónico, fresco y luminoso, donde cada detalle se complementa con sutileza.

No se trata de cambiar quién eres, sino de resaltar lo mejor de ti con precisión médica y sensibilidad estética.

Un tratamiento que respeta tu esencia

Redescubre el equilibrio de tu rostro

La armonización facial integral es uno de los procedimientos más demandados en medicina estética porque ofrece resultados visibles sin perder la naturalidad. Es ideal para quienes buscan mejorar la proporción y frescura del rostro de forma global, corrigiendo pequeños desequilibrios y realzando los rasgos propios. Más que una tendencia, es una forma de devolver vitalidad, coherencia y belleza a tu expresión.

Duración del procedimiento

60–90 minutos

Anestesia

tópica (crema o infiltrada, según la zona

Recuperación

Incorporación inmediata a la vida diaria. Inflamación leve durante 24–72 h

Resultados visibles

Desde el primer momento, con efecto óptimo pasados 10–15 días

Duración de los resultados

Entre 12 y 18 meses

Han confiado en nosotros...

Cómo lo abordamos

En IMEST entendemos la armonización facial como un proceso global, donde la precisión médica y la sensibilidad estética se combinan. No buscamos rasgos idénticos ni modas pasajeras: buscamos reflejar la mejor versión de tu rostro, manteniendo siempre tu esencia.

La consulta médica

Antes de cada tratamiento realizamos una valoración exhaustiva, en la que estudiamos la anatomía facial, el historial médico y las expectativas de la persona. Con ello diseñamos un plan personalizado que puede incluir la combinación de diferentes técnicas (ácido hialurónico, neuromoduladores, inductores de colágeno).

Qué esperar del procedimiento

Durante el tratamiento se aplican pequeñas infiltraciones en zonas estratégicas del rostro, de forma prácticamente indolora gracias al uso de anestesia local. Tras la sesión, es normal presentar una leve inflamación o enrojecimiento que desaparece en pocos días. El resultado es progresivo y natural: un rostro más equilibrado, fresco y luminoso, sin artificios ni cambios bruscos.

Dra. Marina Marrero Díaz

Medicina Estética